Camilo Goya, le petit frère de Francisco, « capellan » à Chinchon

— Ecrit le vendredi 7 août 2020 dans la rubriqueArts plastiques, Histoire”.

Sur El Mundo, le 3 août dernier,

je remarque un article _ signé JAVIER BLÁNQUEZ _ consacré au petit frère de Francisco Goya, Camilo Goya :

El hermano capellán de Goya que acabó en Chinchón por los tejemanejes del pintor con las altas esferas

El hermano capellán de Goya que acabó en Chinchón por los tejemanejes del pintor con las altas esferas

Lunes, 3 agosto 2020 – 02:45

Camilo Sesto (según algunos historiadores), pintado por su hermano...

Camilo Sesto (según algunos historiadores), pintado por su hermano Goya, obra que se encuentra en el Museo Zuloaga.

Cuando Francisco de Goya fue llamado a Madrid por Raphael Mengs para trabajar al servicio de la corte, al pintor le sobrevinieron dos preocupaciones, una de tipo profesional y la otra en el ámbito familiar. La primera, lógicamente, tenía que ver con sus cualidades : era un joven artista de provincias, con un talento superior al de sus contemporáneos, que tenía la posibilidad de prosperar, ganarse el favor de sus patronos y consolidar su carrera, algo que consiguió con honores de genio y con el premio de la inmortalidad. Pero también tenía Goya una cuita de tipo personal, mucho más íntima y que habría permanecido prácticamente desconocida si no fuera porque la expresó por escrito en sus cartas dirigidas a su buen amigo Martín Zapater, felizmente conservadas y que han permitido obtener, a posteriori, un retrato humano más completo del pintor.

Esa preocupación consistía en el bienestar de su madre, Gracia Lucientes, a la que había dejado en Zaragoza, y también el de su hermano Camilo, al que tenía por el más querido de entre los cinco que tuvo _ c’est à relever. Camilo había nacido en 1752, y era el más joven ; había sobrevivido a Mariano, el hermano nacido justamente después de Francisco de Goya, y que murió siendo niño. Ese vacío fraternal entre Francisco y Camilo hizo que el hermano mayor le cobrara un afecto particular al benjamín de la familia, que siendo muy joven decidió llevar una vida religiosa e iniciar los estudios en el seminario para ordenarse sacerdote.

Autorretrato de Goya, expuesto en el Museo del Prado.

Autorretrato de Goya, expuesto en el Museo del Prado.

Goya viajó a Madrid en 1775, cuando tenía 29 años y su hermano Camilo, que ya había comenzado sus estudios de teología en la Universidad de Zaragoza, 23. Recibiría la tonsura – el primer paso previo a los estudios sacerdotales, que siguió cursando – un año después, y esa divergencia de caminos, por lo que se desprende de su correspondencia, entristeció mucho a Goya. Sus ocupaciones en la corte le impedían regresar a Zaragoza con regularidad, así que tan pronto como comenzó a ganarse el favor de algunos nobles y políticos de la corte hizo lo posible _ voilà _ para conseguir el traslado de Camilo a Madrid y, a poder ser, también el de su madre, a la que echaba de menos.

El talento artístico y la capacidad diplomática de Goya tuvieron su recompensa, al menos en lo que se refiere a Camilo. Hizo amistad con el conde de Floridablanca, al que pintó su retrato cuando era secretario de estado de Carlos III, y también con el infante Luis de Borbón, que finalmente sería el intercesor a favor de Goya y su reclamación a partir de 1783, cuando ya era uno de los artistas más preciados de Madrid. Por entonces, Camilo Goya tenía la aspiración de completar sus estudios en Toledo, aunque su proceso de ordenación como sacerdote discurrió por un cauce más rápido. A partir de esa fecha se trasladó a la capital _ voilà _ y convivió durante un tiempo con su hermano, y en el plazo de unos pocos meses obtuvo toda la titulación necesaria para ser ordenado. En 1784 había pasado todos los exámenes, culminó sus ejercicios espirituales y rápidamente ascendió de subdiácono a diácono, y de ahí a presbítero.

La plaza Mayor de Chinchón. Al fondo, la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, donde estuvo Camilo.
La plaza Mayor de Chinchón. Al fondo, la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, donde estuvo Camilo.EL MUNDO

A sus 30 años, a una edad en la que la mayoría de aspirantes a religioso aún no habían completado su ciclo formativo, Camilo ya había terminado todos los estudios necesarios para ingresar en una parroquia y ejercer como capellán ; por supuesto, la sospecha de que hubo trato de favor es evidente _ oui. Lo hizo en Chinchón, relativamente cerca de Madrid, lo que le permitió a Francisco de Goya mantener el contacto con su hermano y visitarlo a menudo _ voilà. Llegó a tener casa en esa localidad, y también trabajó en obras pictóricas, una de las cuales se conserva en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Chinchón, de ahí que la magnífica obra que figura tras el altar se conozca como La Asunción de Nuestra Señora, o La Asunción de la Virgen, completada en 1812.

La vida de Camilo fue plácida, discreta y religiosa. Obtuvo el beneficio de poder desplazarse fuera de la parroquia con regularidad, y pudo mantener el contacto con su hermano ; esos son todos sus hechos notables. Murió en 1828, a los 66 años, apenas cinco meses después de que falleciera Francisco de Goya _ et c’est aussi à relever. La unión fue estrecha hasta el final, y en su testamento, escrito pocos años antes de su final, había decidido legar sus pocos bienes – una cantidad modesta de dinero y objetos de la iglesia – a su sobrino Francisco Javier, el hijo menor de Goya.

Merci de cet article.

Ce vendredi 7 août 2020, Titus Curiosus – Francis Lippa

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