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D’autres nouvelles de la Concha (et de Zinemaldia) : le film « Eté 85″ de François Ozon

23sept

Le correspondant du quotidien madrilène El Mundo dépéché à Donibane – San Sebastian,

Luis Martinez,

nous offre d’autres nouvelles du festival de cinéma Zinemaldia ;

avec cette fois un aperçu sur le dernier film de François Ozon «  Été 85« .

L’article, de Luis Martinez, s’intitule « El gai saber de François Ozon entusiasma en Zinemaldia » :

FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN

El gai saber de François Ozon entusiasma en Zinemaldia

Actualizado Sábado, 19 septiembre 2020 -18:35

El hiperactivo director francés sorprende en Zinemaldia con una de sus películas más delicada y delirantemente anárquica, libre y profundamente antipandémica

El director François Ozon y el actor Felix Lefebvre en la rueda de...

El director François Ozon y el actor Felix Lefebvre en la rueda de prensa ‘online’ en San Sebastián. EFE

…ÉÉ

No consta que François Ozon haya entretenido sus días de confinamiento con la atenta lectura de Nietzsche. Pero hay indicios.Verano del 85‘ _ en français, Été 85 _, por ejemplo, es lo más parecido a un oda a ese peligro que el filósofo reclamaba como matriz no tanto del vivir bien como del vivir pleno y, por ello, sensato. « El secreto para cosechar la mayor fecundidad y el mayor goce de la existencia es ¡vivir peligrosamente! ¡Construid vuestras ciudades en las laderas del Vesubio! ¡Enviad vuestros barcos a los mares inexplorados! ¡Vivid en guerra con vuestros iguales y con vosotros mismos!« , escribía en el libro donde por primera vez formuló la teoría del eterno retorno y en el que se declaraba optimista por primera vez. Y Ozon le cree. Y le lee.

La última película del hiperactivo director francés es a su manera una traducción de El gai saber‘ (de este libro hablábamos también conocido como La gaya ciencia’ _ Le Gai savoir, en français _) y lo es desde cualquier punto de vista : el más elemental, homosexual y alegre, y el profundo, si es que esta cantata a los sentidos permite abandonar siquiera un instante la superficie. La cinta fue la presentación estrella de la sección oficial competitiva del Festival y suyo fue el privilegio de la sorpresa, el goce y, ya que estamos, el Vesubio que erupciona _ wow !

Un momento de 'Verano del 85'.


Un momento de ‘Verano del 85′.

La película viaja al terreno necesariamente mítico de una adolescencia no tanto pasada como soñada. Estamos en los años 80 y Ozon _ né à Paris le 15 novembre 1967 : il a donc 52 ans… _ ofrece la cámara y la palabra al chaval que probablemente alguna vez él mismo imaginó ser. Se trata de reconstruir el primer contacto con asuntos tales como el amor, el sexo, la vida y la propia muerte. Pero siempre desde el punto del vista y la mirada, por fuerza virgen, del que ama, folla, vive y hasta muere.

Verano del 85‘ es melodrama con la misma intensidad que parodia ; es tragedia sin renunciar a construirse como una intriga. Es todo a la vez y de manera tan extraordinariamente veloz y feliz que no puede por menos que invitar al entusiasmo. Al propio director le gusta referirse a su último trabajo como una vacuna contra la depresión de la pandemia _ voilà ! _ y el enclaustramiento del confinamiento. De hecho, para soportar su juicio está su incontestable éxito en los cines franceses. Y, a su modo, es eso y una tan libre como fugaz y plena celebración del propio cine.

En su contra se podía decir que el artificio construido como motor y sentido de todo (el de la mirada que todo lo hace por primera vez) es él mismo la excusa perfecta para quebrar todas las normas, para permitirse todo. Es decir, desde muy pronto, el libro de estilo de la película deja claro que no hay límites. Pero el pesar dura poco. Es demasiado fuerte el deseo de no discutir con nadie y menos con Ozon. Como en En la casa‘ _ « Dans la maison«  _, película con la que ya ganó la Concha de Oro en 2012, también aquí la palabra guiada por las cartas que se escriben, se intercambian y se leen en ‘off’ (no había aún móviles) añade misterio al caos, al peligro. Y contra la afectación engolada de Gracias a dios‘ _ l’admirable « Grâce à Dieu »… ; cf mes articles des 13 et 14 janvier derniers :  et  _, su última película, todo.

Si se quiere, Guadagnino, presidente del jurado, tiene con quien medirse. Además de como épilogo de Gai saber’, también vale como epígono de Call me by your name_ cf mes articles des 10, 12 et 14 mars 2018 :  ;  ; et . Y así.

ENTRE BRUJAS

Por lo demás, la sección oficial ofreció un nuevo trabajo de Pablo Agüero siempre pendiente de hilvanar metáforas a media luz. O directamente a oscuras. La última vez que se le vio en San Sebastián fue con ‘Eva no duerme’, un viaje hipnótico a través del cadáver por fuerza incorrupto de Eva Perón que era también sueño y desesperación. Ahora, con ‘Akelarre‘, propone otro cuento sonámbulo que habla de mujeres perseguidas y noches muy negras.

La santa Inquisición llega a un pueblo de pescadores en el País Vasco. Mientras los hombres están en el mar, todas las mujeres (o casi) son tomadas por brujas. Lo que sigue habla de dominación, ignorancia, estupidez y violencia. Se refiere a un tiempo pasado, pero como si no. Todo suena al telediario. Sorprende la tensión preciosista de cada encuadre,entusiasma el tenebrismo grave y profundo, y desalienta el ritual pedestre de un verismo interpretativo tan pomposo y afectado como tristemente melodramático. Sea como sea, la noche acaba y, como diría Nietzsche, « ¡Pronto habrá pasado el tiempo en que debíais daros por satisfechos con vivir escondidos en el bosque, al igual que tímidos ciervos! ». Pues eso.

https://www.elmundo.es/cultura/cine/2020/09/19/5f6628a2fdddff83718b45ce.html

Ce mercredi 23 septembre 2020, Titus Curiosus – Francis Lippa

Woody Allen de paseo en Donostia – San Sebastian, avec son nouveau film « Rifkin’s Festival »

20sept

El Mundo d’hier samedi 19 septembre

nous a appris la présence à Donostia – San Sebastian

avec son dernier film « Rifkin’s Festival« ,

tourné là en juillet-août 2019.

L’article,

sous la plume de Luis Martinez,

s’intitule « Rifkin’s Festival : la versión más perezosa de Woody Allen inaugura el Festival de San Sebastián« .

Le voici :

FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN

Rifkin’s Festival : la versión más perezosa de Woody Allen inaugura el Festival de San Sebastián

Sábado, 19 septiembre 2020 – 03:26

El cineasta neoyorquino abre el certamen del COVID con un paseo por su memoria cinéfila tan encantador como destensado y autocomplaciente

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Fotograma de la película ‘Rifkin’s Festival‘, de Woody Allen. MUNDO

Hasta no hace tanto, se acudía a la nueva película de Woody Allen como se va a una ceremonia de aire místico, pero muy pagana. Se celebraba la gracia de la autocelebración : pocos directores hacen sentir mejor a su audiencia. La inteligencia del más inteligente de los directores dispone de un fino y muy ajustado dispositivo que obliga al espectador, aunque sólo sea durante hora y media, a sentirse bien, a sentirse inteligente. No es que nos haga inteligentes, cuidado. Eso ya corre a cuenta de los genes, la formación o simplemente la dieta baja en grasas saturadas. Vaya usted a saber. Digamos que la forma entre alegremente pesimista y descaradamente autocomplaciente, todo a la vez, de sentirse mal le ha hecho a Woody Allen todo este tiempo tan idéntico a cualquiera de nosotros que es inevitable no verse reflejado por un momento en sus miedos, sus dudas y cada una de sus angustias. La exhibición impúdica de su falta de popularidad le hacía terriblemente popular. Y ahí sigue. O ya no tanto.

Rifkin’s Festival, la película inaugural del Festival de San Sebastián más extraño de los últimos años, es básicamente un paso más, quizá el más alto (o el más bajo, según de mire), en esta ceremonia de la autocondescendencia colectiva. Allen hace películas (ésta es si las cuentas son las correctas, la que completa el número 49) como el que rellena sudokus. Las reglas son estrictas. Tienen que salir las cuentas. El patrón, con variaciones cada vez más escasas, es conocido : un hombre duda de sí mismo convencido de que la vida le está negando algo. Y así hasta que cae en la cuenta de que el problema no es el asco de comida en que consiste la existencia ; el problema es que las raciones, pese a todo, son terriblemente escasas. Y así. El chiste es de Allen, claro.

La película cuenta el viaje precisamente al Festival de San Sebastián de una pareja. Ella (Gina Gershon) es representante de, en este caso, un director genuina y genialmente patán (Louis Garrel en un ejercicio de sí mismo que asusta). Él (Wallace Shawn) es un escritor empeñado en redactar la obra maestra que nunca será capaz de imaginar siquiera. También es cinéfilo, aprensivo, orador balbuciente y, por tanto, suya es la responsabilidad de hacer de ‘alter ego‘ del propio director. Por el camino, este último caerá deslumbrado de la belleza, aplomo y acento de su médico (Elena Anaya), que no puede por menos que estar enamorada fatalmente de otro, de un artista (Sergi López convertido en el más divertido y feliz de todos) tan inconstante como caótico. Más sencillo, una película de Woody Allen. Y punto.

 

Elena Anaya, coprotagonista de 'Rifkin's Festival'.

Elena Anaya, coprotagonista de ‘Rifkin’s Festival’.EFE

Digamos que el director opta por no complicarse la vida y vuelve a rodar lo de siempre en un escenario que se diría idéntico al habitual. Hay que remontarse a 2013 con la irrefutable Blue Jasmine para asistir a su último golpe de genio. Desde entonces, han sido cinco las películas y una miniserie entera las que nos han permitido disfrutar a todos del más brillantemente perezoso de los creadores. Allen es un trabajador incansable de su propia pereza a razón de una película por año, salvo la pausa obligada por boicot o por COVID.

El mayor logro de la cinta es también su peor pecado. Por momentos, interrumpe la narración para recrear los sueños de películas eternas. Y por ahí aparecen Ciudadano Kane‘, ‘Persona‘, ‘El ángel exterminador o, por supuesto y en lugar de honor, El séptimo sello con Christoph Waltz en el papel de Muerte. Welles, Buñuel, Bergman o Fellini son entre parodiados y homenajeados en un recurso que se antoja a la vez encantador y terriblemente pedestre. Son citas a películas pensadas para ser reconocidas sin esfuerzo, situadas en la memoria de cualquier espectador no demasiado exigente para, y volvemos al principio, hacer que nos sintamos bien ; hacer que nos sintamos inteligentes.

La ceremonia, por tanto, continúa. Se va a una película de Allen, decíamos, como los creyentes menos convencidos acuden a una misa en latín. No importa tanto el contenido o la propia fe, como el espectáculo, la teatralización arcaica y muy pasada de moda de la propia ceremonia. El problema es que con el paso del tiempo, el director exige cada vez más a un espectador cada vez más descreído. Nos gusta reencontrarnos con el genio maltratado ; agradecemos su buena disposición a viajar por el mundo siempre dispuesto a hacer una nueva película… y ya. Sales del cine, ves lo de siempre… ¡qué poco dura eso de sentirse inteligente! Cada vez menos.

Faute d’avoir pu voir le film, nous nous abstiendrons de partager pour le moment _ sinon pour jamais _ l’appréciation _ plutôt convenue : perezosa = paresseuse… _ du journaliste de ce quotidien madrilène…

D’autre part, un article de Sud-Ouest du 19 septembre, signé Olivier Darrioumerle, et intitulé « Saint-Sébastien : Zinemaldia s’associe au festival de Cannes pour sa 68eme édition« ,

donnait plus sobrement cette même information :

Thierry Frémaux, directeur du festival de Cannes, était l’invité de la soirée inaugurale de Zinemaldia, ce 18 septembre 2020. 17 films initialement programmés sur la Croisette seront diffusés à Saint-Sébastien jusqu’au 26 septembre.

La 68e édition du festival du film de Saint-Sébastien, a été inaugurée, vendredi 18 septembre 2020, dans une ambiance tendue par l’épidémie et les restrictions draconiennes. Un acte de « résistance », pour Luca Guadagnino, président du jury. Alors que l’industrie du cinéma est frappée par l’épidémie de Covid-19, Zinemaldia a décidé de se maintenir, jusqu’au 26 septembre, comme la Mostra de Venise, s’est déroulée du 2 au 12 septembre.

En solidarité, Thierry Frémaux, directeur du festival de Cannes, annulé cette année pour cause de COVID-19, est apparu lors de soirée d’ouverture, sur les planches du Palais Kursall. « Le cinéma ne mourra jamais« , a-t-il lancé, rappelant les 135 ans de la naissance du cinématographe.

« Un hommage au grand cinéma« 

José Luis Rebordinos, directeur du festival du film de Saint-Sébastien, a rendu hommage au festival de Cannes, repêchant 17 films initialement programmés sur la Croisette, dont certains en compétition officielle pour la Concha de oro (la Coquille d’or).

En ouverture, c’est Rifkin’s Festival de Woody Allen, tourné en juillet 2019 à Saint-Sébastien, qui a été projeté. Un long-métrage qui se veut être un « hommage au grand cinéma _ voilà ! _, comme « Midnight in Paris«  était un hommage à la grande littérature« , a précisé Luca Guadagnino, président du jury.

Le réalisateur new-yorkais de 84 ans est apparu dans une vidéo projetée au Palais Kursaal. Depuis Central park, Woody Allen, a salué une ville dans laquelle il « espère retourner, pour profiter des rues, admirer les vues, déguster la gastronomie et rencontrer des gens, quand l’épidémie sera terminée. »

 

Et même un « petit « Woody Allen _ cela peut arriver... _ dépasse, et de très haut, 99% de la production cinématographique…

Ce dimanche 20 septembre 2020, Titus Curiosus – Francis Lippa

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