Posts Tagged ‘Carlos Fuentes

A picorer dans quelques antérieurs Cixous de ma bibliothèque…

04jan

Toujours à la recherche de quelques lieux et de quelques dates _ j’y tiens _ sur lesquels tâcher d’obtenir d’un peu plus solides points d’appui supplémentaires dans mes efforts pour dégager, en les efforts têtus de décryptage de ma lecture, quelques un peu solides éléments réalistes d’inspiration d’écriture _ voilà ! _ du « rêvoir » de l’autrice, lors de ses échanges avec quelques spectres encore prégnants de son passé, en ses séjours en sa « maison d’écriture » des Abatilles,

je me suis résolus à rechercher à puiser dans d’antérieurs volumes de l’Œuvre-Cixous reposant encore endormis en ma bibliothèque, parmi ceux que m’avait, en priorité, conseillés, en quelque sorte en conseils de repérage, un lecteur-ami fort avisé en cet Œuvre-Cixous :

il me fallait bien opérer quelques choix afin de tenter de m’y orienter…

Ainsi, viens-je de commencer de lire le volume intitulé « Le Détrônement de la mort _ Journal du Chapitre Los« , paru en janvier 2014 :

et ce soir, j’en suis à la page 45.

Mais je dois confesser que, jusqu’ici, les conversations d’Hélène avec les fantômes de Carlos-Los ou d’Isaac, me séduisent bien moins que les conversations d’Hèlène avec les présences survivantes bien plus vibrantes du moins pour moi de sa mère Ève ou sa grand-mère Omi,

à partir du nid Jonas d’Osnabrück…

Mais je suis décidé à poursuivre jusqu’au bout :

qui sait ce qui pourra surgir de cette lecture mienne ?..

Nous verrons bien si quelque lumineuse surprise adviendra, ou pas…

Ce mardi 4 janvier 2022, Titus Curiosus – Francis Lippa

La bibliothèque de 14 000 livres de Carlos Fuentes : ce qu’en dit sa veuve, Silvia Lemus

07juil

Dans El Pais du 4 juillet dernier,

un très intéressant article intitulé La biblioteca superviviente de Carlos Fuentes,

par David Marcial Perez,

et qui donne la parole à la veuve de l’écrivain (Panama, 11 novembre 1928 – Mexico, 15 mai 2012),

Silvia Lemus (née en 1945) ;

dont j’avais remarqué la vidéo d’un remarquable entretien, en 1998,

avec mon cousin l’écrivain argentin Adolfo Bioy Casares

(Buenos Aires, 15 septembre 1914 – Buenos Aires, 8 mars 1999).

….

Voici donc cet article,

qui, au passage, évoque aussi Bioy et Silvina Ocampo.

La biblioteca superviviente de Carlos Fuentes

 

EL PAÍS entra en la casa del escritor mexicano, donde aún permanece su colección personal : 14.000 libros. Es uno de sus pocos archivos que no tendrá como destino la Universidad de Princeton

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La periodista Silvia Lemus, en la biblioteca del escritor Carlos Fuentes.MÓNICA GONZÁLEZ 
DAVID MARCIAL PÉREZ

México – 05 JUL 2020 – 00:30 CEST

Pocos días antes de morir _ le 15 mai 2012 _, Carlos Fuentes escribió el esqueleto de lo que podría haberse convertido en su próxima novela. En una hoja de papel con fecha de mayo de 2012 fue apuntando a mano, con bolígrafo negro, una lista de 28 escenas y personajes: “el baile del centenario”, “Madero”, “la madrugada”, “madre-hijo”. Al terminar, grapó la cuartilla a la pared de su escritorio. Aquella hoja sigue en el mismo lugar ocho años después. En el hueco de la estantería, detrás de la silla de trabajo. Encima del fax, sobre los dos retratos enmarcados de sus padres y al lado de unas viñetas gráficas del New Yorker. Uno de los estilizados chistes recortados del semanario en el que un hombre entra a una peluquería a cortarse el cabello y cuando termina sale de la tienda sin cabeza.

En los cajones también están sus plumas, rotuladores, marcadores de hojas y hasta un hatillo de antifaces para dormir. Una pila de libros, algunos en doble y triple fila, cubren la mesa de madera en forma de ele. “Siempre trabajaba en un huequito a pesar de la mesa grande que le compré. Quién sabe por qué. Manías de escritor”, explica sentada en la silla de trabajo de su marido Silvia Lemus, su esposa durante los últimos 40 años _ depuis 1973 _ y albacea de su legado. Mientras nos explica más anécdotas, Lemus intenta echar el respaldo de la silla para atrás sin conseguirlo: “Al no usarla nadie desde hace ocho años, está tiesa”.

Como si el tiempo se hubiera detenido aquel 15 de mayo de 2012, todo está prácticamente igual en el escritorio de uno los grandes nombres del boom latinoamericano. Incluida la extensa biblioteca _ qui m’évoque tout aussitôt l’extraordinaire bibliothèque de Bioy en son célèbre appartement de la Calle Posadas, dans le quartier de la Recoleta, à Buenos Aires _ que se abre a la izquierda colonizando la pared de la habitación del estudio. Ocho filas de estanterías que van del suelo al techo. Es la zona de ensayos: filosofía, antropología, historia. Otras dos hileras ocupan el espacio de la esquina con traducciones al indio, al polaco o al chino de sus propias obras La muerte de Artemio CruzAuraTerra Nostra _ un sidérant chef d’œuvre !  Solo queda libre una pared con diplomas, la puerta y el ventanal que da paso a la azotea de la vivienda. Más de 14.000 títulos repartidos por toda la casa. Una elegante y ascética construcción de Luis Barragán, el único premio Pritzker mexicano, en un barrio residencial del sur de la Ciudad de México, donde se asentó la pareja tras los diferentes destinos del escritor como diplomático mexicano : París, Washington o Londres. En el apartamento que Lemus aún conserva en la capital inglesa hay otros 8.000 volúmenes.

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Diferentes traducciones de la novela de Fuentes, ‘Aura’.MÓNICA GONZÁLEZ

Dos veces a la semana, una bibliotecaria viene a la casa de los Fuentes a poner orden en el caudal de libros. La colección es uno de los pocos supervivientes del acervo del premio Cervantes mexicano. Casi todo el archivo está ya a resguardo en la Universidad de Princeton por deseo expreso del propio autor. De hecho, los envíos a la universidad estadounidense, donde fue profesor durante la década de los ochenta, aún no han finalizado. Los otras dos habitaciones del estudio guardan cajas y cajas de material. En uno de los archivadores se lee : “Correspondencia 1943-2012. Revisar y enviar a Princeton”.

Silvia Lemus tiene, sin embargo, otros planes para la biblioteca. “Vamos a donarla a la Universidad Veracruzana. Su familia paterna viene de allí”. La decisión también la dejó encargada en vida el autor. El nuevo fondo universitario llevará por nombre Biblioteca Carlos Fuentes Lemus. Su bisabuelo fue un migrante alemán que en el siglo XIX fundó una hacienda cafetalera en el lago de Catemaco. Su padre, ya veracruzano, fue también diplomático. En una de sus primeras paradas internacionales, en Panamá, nacería el escritor en 1928 _ le 11 novembre 1928. En Brasil, mientras su padre trabaja como secretario del embajador, ensayista, narrador y poeta Alfonso Reyes ; el hijo, como él mismo solía contar, aprendió “a ser novelista sentado en las rodillas” del prototipo de intelectual liberal mexicano.

De la larga tradición de escritores-diplomáticos también formó parte Octavio Paz. Ambos se conocieron en París, en 1950, cuando Fuentes tenía 21 años y el futuro Nobel mexicano 35. “Nos hicimos amigos inmediatamente”, cuenta el propio Fuentes en A viva voz, un compendio de conferencias y otros textos sobre literatura publicado por Alfaguara a finales del año pasado. Junto a Elena Garro, Bioy Casares o Silvina Ocampo _ et voici mon cousin et son épouse _, los dos amigos salían de fiesta por los cabarets de Saint-Germain-des-Prés, “donde Albert Camus demostraba ser un gran bailarín de boogie y donde Luis Buñuel regresaba al triunfo de Los olvidados en Cannes”. Cinco años después, ya en México, continuaron las correrías : “organizábamos fiestas toga parties con muchachas muy guapas”. Eran los días de vino y togas, antes del giro conservador de Paz, que lo alejó de Fuentes y tantos otros escritores latinoamericanos. “Aun así —recuerda hoy Lemus— fue un amigo a quien siempre quiso. Lo quiso de verdad”.

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La máquina de escribir Olivetti Lettera 30 de Carlos Fuentes. MÓNICA GONZÁLEZ

En uno de los pocos huecos sin libros en las paredes del estudio hay cinco fotografías enmarcadas de algunos de sus escritores fetiche : Balzac, Kafka, Faulkner, Poe y Melville. A casi todos dedicó el autor mexicano reflexiones y alabanzas. En su libro de conferencias, se centra en una de las primeras novelas de la serie La Comedia Humana, de Honoré de Balzac. El protagonista _ de La Peau de chagrin _ es un joven que recibe de un viejo anticuario una extraña piel con poderes mágicos. Un vehículo para abordar la ambición, la miseria, el ascenso social, o la corrupción como ingredientes del naciente capitalismo. Temas centrales en la novela naturalista y que, de alguna manera, Fuentes integró también en su narrativa. A modo de lección, reflexiona en su ensayo : “Acaso el protagonista balzaciano sea el primer héroe del absurdo moderno”.

De Herman Melville, dice que “la loca cacería de la ballena blanca por el capitán Ahab _ de Moby Dick _ revela el desastre al que puede conducirel orgullo fatal” de un hombre y un país que se despiden de su inocencia”. Una alegoría universal, pero que resuena con fuerza al analizar el México posrevolucionario y la vileza de sus caudillos, núcleo central de La muerte de Artemio Cruz. Sobre Faulkner, del que tanto bebieron los exponentes del boom, destaca la importancia del territorio mítico de sus novelas, el condado de Yoknapatawpha, perdido en algún lugar del sur profundo de EE UU. Y subraya: “Como en los casos de la Comala de Rulfo y el Macondo de García Márquez, a mayor intensidad local corresponde mayor significancia universal”.

Las notas sobre sus lecturas solía apuntarlas a mano, sobre las mismas hojas de los libros o en cuadernos. “Vivíamos siempre rodeados de libros. Los subrayaba, escribía en el margen y utilizaba códigos. Algún día se descifrarán sus garabatillos”, apunta Lemus con una sonrisa. Luego, sale del estudio a la terraza y por unos escalones a la derecha baja directamente al dormitorio. También aquí hay libros. En las dos mesillas de noche. En la del lado derecho de la cama, el lado de Fuentes, todo sigue también intacto desde hace ocho años. La lámpara y los cinco libros : Un ensayo de Orson Wells, otro sobre Faulkner, una antología de poemas de León Felipe, otra de poesía Latinoamericana y una novela policíaca. “La novela negra —explica Lemus— le ayudaba a dormir”.

 

Voilà.

Ce mardi 7 juillet 2020, Titus Curiosus – Francis Lippa

Un homme de vérité : Miguel Delibes (1920-2010)

13mar

Un article superbe à la mémoire d’un écrivain d’exception _ d’une sorte assez peu nombreuse : casta n’étant peut-être pas le terme le mieux adéquat à cette qualité-là… _, mis en ligne le jour même de sa disparition, à l’âge de quatre-vingt-neuf ans, en sa ville de Vieille-Castille, Valladolid : le grand, mais assez peu médiatique _ il n’a pas reçu, lui, l’onction d’un Prix Nobel : pas le plus politiquement correct, quand le choix s’est proposé, probablement : ainsi lui préféra-t-on un José Camilo Cela (1916-2002), en 1989… _, Miguel Delibes (17 octobre 1920 – 12 mars 2010 ; auteur de cet immense livre qu’est « L’Hérétique » !), par un ami, philosophe, Emilio Lledó _ qui vécut pas mal en Allemagne, au cours et de sa formation, et des péripéties de sa carrière universitaire _, dans ce grand journal qu’est El Pais, à la date du 12 mars :

« Un hombre de verdad«  _ avec de petits commentaires miens, en vert…

Confieso que evoco con mucho dolor mis recuerdos. Son tantos que en una situación como esta, no sé cómo seleccionarlos, qué decir. Tuvimos la suerte de conocer personalmente a Miguel Delibes cuando en 1962, después de muchos años en Alemania, vinimos Montse y yo, con nuestro primer hijo Alberto, de Heidelberg a Valladolid. Habíamos conseguido cátedras de Instituto en la ciudad castellana _ cité universitaire, en effet _ y esa posibilidad de juntar nuestros puestos de funcionarios de la enseñanza publica en la misma ciudad, nos animó, entre otras razones digamos más idealistas, a dar el nada fácil paso. Nunca nos arrepentimos. Los tres años en Valladolid fueron una época de felicidad, por muy duro _ certes _ que fuera, en aquellos tiempos, cambiar la orilla del Neckar por la del Pisuerga. Dos personas inolvidable, Julio Valdeón, que he tenido que recordar también en su reciente muerte y, ahora Miguel Delibes, simbolizan, ya en la memoria, ese prodigio humano _ une rareté possiblement miraculeuse, sans doute, en effet _ de la amistad.

Conocíamos la obra de Delibes _ 1962 est l’année de « Las Ratas« , après « El Camino« , en 1950 et « La Sombra deel ciprés es alargada« , en 1947 _ y admirábamos al sorprendente y extraordinario escritor. Sorprendente y extraordinario porque su literatura, en un mundo en buena parte fantasmagórico y oscuro, era una mano que nos mostraba la realidad _ quand régnaient les mensonges en cette Espagne à la chape de plomb du franquisme _, una mano tendida hacia las cosas, hacia la vida _ cettte formulation est très belle. Me gustaría que al hacer resucitar _ voilà _ estos recuerdos frente a este paisaje de tristeza, las pocas palabras con las que tengo que expresarlo hicieran latir _ battre, tel un cœur qui continue de battre… _ aquellas realidades, paradójicamente ideales, que aprendimos con él : la amistad, la memoria, las palabras.

Conocíamos, como digo, algunos libros de Delibes, pero la persona, la personalidad de Miguel era tan luminosa y sugestiva _ tiens donc ! _ como su obra. Se me inunda la memoria de anécdotas, de momentos que han quedado en ese profundo hueco del pasado y que, sin embargo, jamás se esfumarán en el olvido. Creo que mientras palpite el tiempo en el fondo de nuestro corazón _ oui _ vive en él _ toujours _ la vida de aquellos que hemos perdido y que nunca podremos dejar de querer. Una modesta, hermosa, melancólica y alegre forma de humana inmortalidad _ voilà, en forme de reconnaissance, et mélodieuse, qui ne cessera pas.

No quisiera cortar estas líneas que se inundan de recuerdos sin mencionar algo que no tiene tanto que ver con su persona sino con su obra. Aunque si bien se mira lo que hacemos y sobre todo, lo que hablamos o escribimos es siempre lo que somos _ oui ! Porque de su pluma surgía esos personajes maravillosos, creados por unos ojos brillantes de bondad _ la maldad oscurece la mirada (comme tout cela est juste ! et comme cette lumière de la bonté brille le plus souvent, hélas, par sa consternante absence ou, du moins, sa trop grande exceptionnalité…) _, de compasión _que quiere decir « sentir con el otro » _, y de inagotable ternura _ tendresse : par l’attention vraie à cette altérité de l’autre ; à l’inverse des rapacités égocentriques qui se déchaînent ces derniers temps, sous prétexte bien fort proclamé d’efficacité réaliste et de mondialité…

Delibes no es sólo el gran escritor de Castilla, el creador de un universo vivo, palpitante de realidad, sino el autor también de El hereje _ « L’Hérétique« , paru en traduction française le 20 janvier 2000, aux Éditions Verdier _, uno de los grandes libros _ en 1999 _ de la cultura española. Un libro en el que ya no se miraban los senderos de aquellos campos que recorría _ en chasseur, souvent _, de aquellos personajes con los que conversaba, sino de otros campos y otros personajes de sus sueños y, sobre todo, de la memoria histórica en que los soñaba _ je pense ici à cet autre chef d’œuvre de la littérature hispanique, où est aussi évoquée la Valladolid d’alors (et de ses hérétiques !..), qu’est le sublime « Terra nostra«  du mexicain (non nobelisé, lui non plus) Carlos Fuentes (cet extraordinaire chef d’œuvre est paru en 1975 à Barcelone)… Creo que, en cierto sentido, ese libro _ « L’Hérétique« , donc _ es una especie de ajuste de cuentas _ tranquille mais ô combien puissant ! _ con el país en el que su autor vivía _ voilà… _ : el país de la degeneración mental, de la hipocresía, de la falsedad _ ici tout est dit ; et cette Espagne là n’est certes pas morte, ni même prête à se mettre à genoux (et demander pardon) ; c’est l’Espagne des séides toujours bien vivaces des Jose María Aznar et Esperanza Aguirre ; cf aussi les films à coup sûr non obsolètes de Luis Bunuel : « Tristana« , etc…. Un libro que es preciso conocer _ = qu’il faut connaître ! _ porque, en el espejo _ véridique _ de sus páginas, podemos encontrar algunos de nuestros peores defectos _ dit ici le philosophe espagnol qu’est Emilio Lledo _ y alguna de nuestras esperanzadas, maltratadas, hostigadas, virtudes _ aussi : au singulier, ici, cette vertu : le service de la probité... La historia es efectivamente, « maestra de la vida » y su magisterio _ = son enseignement, la transmission la plus large de sa connaissance véridique _ no debe cesar nunca _ c’est un devoir de l’exigence authentiquement (et pas seulement formellement) démocratique. El escritor de Castilla _ qu’est le très grand espagnol Miguel Delibes (qu’un cancer vient, maintenant, de nous enlever) _ planteó en su obra una valerosa, clara simbología _ voilà : lumineuse ! _ en la que se hacían transparentes _ parfaitement visibles, donc, à la lecture ! _ los verdaderos _ OUI ! _ problemas de una sociedad frente a la que, indefensamente, luchaba la « libertad de conciencia« , que Cervantes _ mais lire aussi « Terra nostra« _ pone en boca del maltratado Ricote _ le marchand maure expulsé d’Espagne (et qui y revient, expatrié qu’il était en Allemagne), au chapitre XXXIV de la deuxième partie des aventures de l’ingénieux hidalgo de la Mancha, « Don Quichotte« 

Miguel Delibes pertenece a la casta _ peu nombreuse : mais par le seul mérite du courage de l’œuvre et des actes ; rien d’hérité (ni de fermé) ici… _ de los hombres de verdad _ c’est dit ! No deja de ser un consuelo _ oui ! _ ante tantos personajillos _ on apprécie le poids du suffixe _ vacíos y ambiciosos _ une paire d’adjectifs on ne peut mieux parlants _ que, a veces, pretenden confundirse con ellos. Pero no pueden _ tant que demeurent des vigilances et résistances aux petits puissants hargneux de notre air du temps ; ce combat-là ne peut jamais cesser.

Emilio Lledó es filósofo y escritor.

Merci

à Miguel Delibes, pour son œuvre de vérité ;

à Emilio Lledo, pour ce très bel hommage ;

et à un journal tel qu’El Pais, pour sa mission au quotidien…


Titus Curiosus, ce 13 mars 2010

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